¿Considera usted que los test psicológicos son utiles para la selección de personal?

jueves, 28 de noviembre de 2013

Foro

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Pregunta

¿Que opinión te merece el tema de la inteligencia emocional en el ámbito laboral?

Test Psicológicos Laborales




Test Psicológicos Laborales
http://www.youtube.com/watch?v=mPdxXUlYs9o

Todos no hemos preguntado alguna vez que son los test psicológicos y la importancia que estos tienen en el proceso de Selección de Personal.
Los test psicológicos se utilizan con frecuencia para evaluar la idoneidad de un candidato para un puesto de trabajo o para un ascenso. Los psicólogos industriales son los encargados de elaborar, estandarizar y aplicar estos test. 

Para que un test sea adecuado tiene que cumplir una serie de requisitos; es decir, ha de ser objetivo, estandarizado, fiable y válido.

Además, los test han de contar con un grupo de referencia con el que comparar los resultados (el grupo normativo). Así, cuando una persona responde a un test, la puntuación obtenida en cada escala del test se compara con un grupo normativo de similares características (por ejemplo, no puede compararse una persona de 18 años con una de 45). De este modo, puede verse si esta persona obtiene puntuaciones medias (similares a las obtenidas por su grupo normativo) o puntuaciones alejadas de la media. Por tanto, si una persona puntúa por encima de la media en extroversión podemos decir que es más extrovertida que la mayoría de las personas de su grupo normativo, con quienes la estamos comparando.
Estandarización
La estandarización hace referencia a la consistencia o uniformidad de las condiciones y modo en que se administra un test. Todas las personas han de responder al test en idénticas circunstancias. Esto significa que todos leen las mismas instrucciones, tienen el mismo tiempo para responder y se encuentran en un ambiente físico similar.
Objetividad
La objetividad se refiere principalmente a los resultados del test. La puntuación obtenida en el test o en cada una de las escalas que lo compongan, debe estar libre del juicio del examinador, de manera que una persona obtenga la misma puntuación independientemente de quién sea la persona que lo evalúe.
Fiabilidad
La fiabilidad hace referencia a la consistencia de las respuestas a un test. Es decir, si una persona responde a un test y obtiene una puntuación determinada, debe volver a obtener una puntuación similar si responde al mismo test una semana después. Es normal encontrar una pequeña variación en sus puntuaciones, pero si la diferencia es grande, se considera que el test no es fiable.

Validez
La validez es el requisito más importante de un test psicológico. La validez hace referencia al hecho de que el test mida lo que se supone que ha de medir.


Las pruebas psicológicas comprenden para el psicólogo, herramientas conocidas que tienen una comprobada efectividad, pero que requieren de una práctica avanzada para lograr un uso adecuado.
En general tras la realización de la preselección curricular y entrevista focalizada se aplican las pruebas psicológicas dependiendo del cargo a seleccionar. Esta aplicación puede ser individual o colectiva de acuerdo a los parámetros definidos por el equipo o el profesional. La configuración de la batería de test va a depender de los gustos del psicólogo, el tiempo disponible y el cargo a seleccionar. Pero también va a depender del grado de dominio del test que tenga el profesional.
Listening, reading, speaking, and writing. Learn your score now.



Inteligencia emocional en el trabajo

Inteligencia emocional en el trabajo
Las emociones generan sentimientos que surgen como reacción a un hecho externo o interno y sirven como mecanismo comunicativo afectando al pensamiento y a las acciones de la persona.
Entre las emociones más frecuentes en el trabajo, podemos encontrar: la satisfacción, el entusiasmo, la confianza, la alegría, el pesimismo, el enojo, la desesperación, el orgullo, el miedo, la decepción, la ansiedad, la preocupación, la frustración, la incertidumbre, la culpa, la tristeza y muchas otras.
Las emociones en sí, no son ni positivas ni negativas, depende del significado que se les adjudique. Los eventos tampoco tienen un significado emocional, es nuestra interpretación de ellos la que distorsiona frecuentemente la realidad. Manejar las emociones significa algo muy diferente a extinguirlas, implica entenderlas, regularlas y canalizarlas dirigiendo las situaciones a nuestro beneficio y el de la organización.
Es sumamente importante un manejo adecuado de las emociones ya que de lo contrario puede obstruirse la comunicación, se producen conflictos, se deterioran las relaciones interpersonales, lo que afecta al desempeño y baja el nivel de productividad en la organización.
El enojo, por ejemplo, en el contexto del trabajo es una experiencia que influye en la forma de pensar, de sentir y de actuar. Las investigaciones indican que los individuos que saben manejar el enojo en la empresa son mucho más exitosos que los que no saben hacerlo. Puede llegar a ser una emoción muy destructiva y crear el llamado “efecto enojo” que influye negativamente en el clima laboral.
El enojo afecta la memoria, la creatividad y la concentración se debilita, los pensamientos se transforman en acusatorios, exagerados, rígidos; se asume todo como un hecho, nos volvemos irracionales. Puede manifestarse con retrasos diarios, sabotear a un colega, convertirlo en rival y desechar ideas de compañeros de equipo.
Millones de personas experimentan los efectos dolorosos del enojo, a través de enfermedades cardiovasculares, depresión, baja autoestima, migraña, alcoholismo, adicciones a drogas, baja productividad laboral y estrés crónico.
Es importante concienciar a las empresas sobre el impacto favorable que podría tener desarrollar este tipo de inteligencia en su gente.
La forma de cómo los individuos se sienten tiene una influencia muy importante en su comportamiento laboral. Contrariamente a lo que se piensa, los sentimientos son un factor preponderante en el mundo del trabajo; todos tenemos sentimientos y es una necesidad relacionarse, especialmente cuando consideramos la cantidad de tiempo que invertimos en el medio laboral.
Cuando los sentimientos son ignorados o minimizados, es natural que nos invada la soledad, la frustración, la desesperación, nos sentimos desconectados, incomprendidos, enojados…
Las organizaciones son el lugar perfecto para promover el aprendizaje de las competencias de la Inteligencia Emocional. El trabajo cumple un rol central en la vida de las personas, por consiguiente nuestra identidad, autoestima y actitudes están afectadas por las experiencias laborales, ya sea positiva o negativamente.
Los expertos coinciden hoy en día en que escalar posiciones rápidamente en la empresa depende más que nada de un alto grado de Inteligencia Emocional y quienes posean este “ingrediente” serán más exitosos, se sentirán más realizados y disfrutarán del respeto de sus directivos, compañeros y subalternos. Además estarán más satisfechos con su vida, su sistema inmunológico se fortalecerá y como consecuencia su estado de salud.
Incrementando el Capital Emocional de la organización, aumentaremos la energía personal, la motivación, la claridad de la misión, el compromiso con los objetivos de la empresa, lo que se traducirá en un incremento en la satisfacción personal y en la productividad.
A través de la Inteligencia Emocional podemos optimizar el desempeño personal, la comunicación y por consiguiente el clima laboral. La gente sentirá que es tomada en cuenta lo que podrá disminuir el absentismo y la rotación.
Aumentará la autoestima de los individuos y sus actitudes tendrán una tendencia positiva. Habrá una mayor adaptabilidad a los procesos de cambio, porque se sabrá manejar el miedo y la incertidumbre. Con este modelo, podemos también facilitar procesos de cambio de cultura, sobre todo en fusiones de empresas de culturas diferentes.
Se podrá solucionar conflictos con mayor facilidad y hasta prevenirlos, así como también resolver problemas y como consiguiente se manejarán mejor las relaciones interpersonales, lo que permitirá una mejor integración de equipos de trabajo.
Este modelo resulta efectivo en el desarrollo del equipo de ventas de la organización, obteniendo como resultado una mayor satisfacción al cliente y una mejor actitud de servicio.
También, a través del desarrollo de la Inteligencia Emocional surgirán líderes internos y se optimizarán las habilidades de liderazgo en los puestos directivos.
La importancia del Capital Emocional en la organización es indiscutible y puede convertirse en una fuente de energía positiva o negativa; esto dependerá de la Inteligencia Emocional de la gente.
Fuente: Dora Stelzer (www.inteligencia-emocional.org).

Retos del psicòlogo industrial

Retos del psicólogo Industrial en el área de Mercadotecnia
María Orquídea Escobar TorresBogotá, Colombia
La labor fundamental del trabajo del psicólogo en el área de mercadeo, es servir de puente de comunicación entre el consumidor y el cliente, llámese empresa, publicista o medio de comunicación. Esta función se realiza en ambos sentidos: consumidor y empresas.
Cuando inicié mi práctica profesional como Auxiliar de psicología, dos años antes de haber terminado la carrera, me orienté hacia el área clínica gracias a una oportunidad laboral que se me presentó en aquella época. Fruto de esta experiencia, que durante cinco años me llevó a conocer la problemática comportamental de niños, jóvenes y adultos, me imaginaba trabajando en el futuro en un elegante consultorio.
Buscando nuevos horizontes, con mejores perspectivas salariales, envié hojas de vida a muchas empresas, pues había realizado una práctica en Psicología Organizacional, considerando que el reto del psicólogo dentro de una empresa en los procesos de selección, capacitación, bienestar, salud ocupacional, por mencionar algunos, brindaba mejores posibilidades de progreso profesional.
Sin embargo, no siempre se obtiene lo que se busca y fui llamada a trabajar con Mc-Cann Erickson, una de las agencias de publicidad multinacional más grande del país. El impacto inicial fue grande, pues, generalmente, en nuestro medio, los psicólogos no estamos preparados para desempeñarnos como investigadores de publicidad y mercadeo, no conocemos cuáles herramientas podemos utilizar ni tenemos claro el valioso aporte que estamos en capacidad de ofrecer en este campo del saber. Además, trabajar con creativos de publicidad, ejecutivos de cuenta, productores de radio y televisión es, definitivamente, toda una experiencia personal y profesional.
Función del psicólogo en el área de mercadeo
La labor fundamental del trabajo del psicólogo en el área de mercadeo, es servir de puente de comunicación entre el consumidor y el cliente, llámese empresa, publicista o medio de comunicación. Esta función se realiza en ambos sentidos, pues el consumidor manifiesta sus inquietudes, gustos, inconformidades y expectativas y, a su vez, las empresas plantean sus necesidades de información sobre los hábitos, intereses, perfil de personalidad, segmentos del mercado, aceptación, agrado o disgusto sobre diferentes productos y servicios. En el siguiente cuadro se puede apreciar la participación de la investigación en las diferentes etapas por las que pasa un bien o servicio.

La Psicología Industrial y su historia


La psicología industrial y su historia

La Psicología industrial es la rama de la psicología aplicada que estudia los métodos de selección, formación, consejo y supervisión de personal en el comercio y la industria de cara a la eficacia en el trabajo. Se suele distinguir en la psicología industrial la psicología organizacional, la de la selección de personal y la ergopsicología (o diseño de máquinas y mobiliario que tengan en cuenta las capacidades del trabajador).

La preocupación científica por el trabajado manual y sus problemas es de reciente origen, aunque dispersas referencias a la materia pueden rastrearse en épocas remotas. Desde el punto de vista de la medicina industrial, la monografía de Paracelso “Enfermedad del minero y otros padecimientos de los mineros”, publicada en 1567, es un hito importante, pero el libro de texto más antiguo parece haber sido “Enfermedades de los artesanos”, de Bernardino Ramazzini (1633-1714).

Por su parte, el psicólogo industrial puede pretender haber estado representado en el siglo XVI. El libro del médico y humanista español Juan Huarte de San Juan, “Examen de ingenios”, fue el primer intento de estudiar lo que ahora se conoce como orientación vocacional. Huarte reconoció que las personas varían en inteligencia general y en habilidades especiales y recomendaba que se hiciera un esfuerzo por descubrir las inclinaciones especiales de cada individuo, con objeto de que se le pudiese impartir la clase de adiestramiento a que mejor se prestaba.

Importantes estudios sobre trabajos, movimientos y fatiga fueron efectuados por los fisiólogos Coulomb y Marey en los siglos XVIII y XIX, respectivamente. Pero la moderna psicología industrial no podía comenzar hasta que la psicología general llegara a ser ciencia experimental; suceso que data de 1879, cuando Wilhelm Wundt fundó en la Universidad de Leipzig el primer laboratorio dedicado al estudio de la conducta humana.1

Las ideas fundamentales de Huarte de San Juan son las siguientes: los hombres difieren ampliamente en sus aptitudes y cualidades; las diversas profesiones y estudios exigen diferentes «ingenios»; es posible averiguar cuáles son estas exigencias y diagnosticar aquellas aptitudes; es necesario hacerlo para que «cada uno ejecute sólo aquel arte para el cual tenga talento natural y deje las demás, para que el carpintero no haga obra tocante al oficio del labrador, ni el tejedor del arquitecto, ni el jurisperito cure, ni el médico abogue».

Estas ideas son hoy, de nuevo, la base de la psicología del trabajo. Desgraciadamente, fueron olvidadas o desatendidas durante varios siglos. El creciente desarrollo industrial de los siglos XVIII y XIX, impulsado por el progreso de las ciencias físicas, fue a menudo acompañado por la negligencia total el factor humano en el trabajo. Era éste considerado, casi exclusivamente, en su aspecto productivo, y aun de este aspecto sólo importaba el factor material e instrumental. La sociedad reaccionó, razonable o violentamente, contra esta situación. Diversos movimientos filosóficos, religiosos y políticos subrayaron el carácter personal y social del trabajo. La ciencia misma comenzó a aplicar sus métodos al estudio del trabajador y a descubrir que, incluso en el aspecto productivo, la consideración del factor humano es muy necesaria.

En el desarrollo de la nueva psicología del trabajo, que corrientemente se designa con el nombre de psicología industrial, pueden distinguirse dos etapas:

En la primera domina el aspecto productivo; el fin de la psicología industrial es la selección de los individuos y métodos de trabajo que mejor se adapten a la buena producción. Una profesión es considerada como el medio adecuado a las capacidades e intereses de un individuo, en el cual puede éste tener un alto rendimiento y satisfacción. Los temas predominantes en esta época son la selección de trabajadores, la orientación profesional, los métodos de aprendizaje y de trabajo, la fisiología del trabajo y el estudio de los accidentes y de la fatiga.

La segunda etapa se caracteriza por la atención creciente que se concede a los aspectos personales y sociales del trabajo, con cierto predominio quizá de estos aspectos sobre el productivo, al menos en teoría, pues en la práctica sigue predominando, por lo general, el aspecto productivo.

La intervención de psicólogos en los procesos de selección de personal y la aplicación de pruebas psicológicas con ese fin han adquirido en tiempos recientes una proliferación que ha suscitado críticas y cuestionamientos. Se ha denunciado la actividad de "mercaderes de la certeza" que aplican pruebas cuyos resultados no dan un grado de certeza mayor a la del mero azar. Se ha afirmado que "la pretensión de que con base en un estudio de la personalidad se pueda establecer un pronóstico de índole laboral es francamente desmesurada, perjudicial para quienes se someten a tales pruebas e incierta para quienes pagan por los tests y reciben los informes." Por otra parte, también se han hecho objeciones de índole ética a los análisis de la psicología profunda que "escudriñan la personalidad o buscan evaluar la integridad o la honestidad de las personas."